aún.


Debería existir una ley que exonere el dolor de quien decide irse, por que no hay peor castigo que extrañar y saber que fuiste tu quien cerró la puerta. Debo admitir que duele haber tomado la decisión de no volver a saber de ti. Llegar a casa y que no sea tu sonrisa que me haga vibrar el alma, ni que tu voz este para hacerme sentir que encontré un hogar. Duele extrañarte y no entender que es peor, perderte o que me hayas perdido. Inundar tus días de trabajo, y tus noches de besos amargos y que aun así aparezcas en mi cabeza antes de dormir. Duele ver como se derrumbó esa realidad paralela en la que descubrimos el amor desenfrenado, tantos besos tantos sueños, tanto sentir, para que termine todo enterrado en lo que pudo haber sido. ¿Cómo  es que dos personas que se aman tanto pueden hacerse tanto daño? Nos quemabamos cuando estábamos cerca y al alejarnos nos congelamos. Duele divisar tu figura a lo lejos y darse cuenta que no eras tu. Desear a muerte volver a ver tu cara y al mismo tiempo que nunca pase. Qué se supone que haga con todas esas calles por las que pasamos caminando de la mano, dónde pondré estas ganas de volvernos eternos en un beso, cuándo sesara de punzarme el corazón tu recuerdo, si a pesar de tanto tiempo aún te amo, aun te extraño, aun me dueles.

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