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Supongo me volví igual de fria que esta habitación. En la que he llorado lágrimas de sangre hasta sanar y las cicatrices han empezado a cerrar. En la que hace poco deje de recibir la cruda madrugada en el silencio inédito de las altas horas, y el insomnio maldito dejó de adueñarse de mi almohada. Donde gravé en las paredes mis miedos gritándoles cada día que me dejen en paz y despojé las inseguridades mas profundas de mi guarda ropa cada mañana. Cambié mi aura por una nueva y renovada y aprendí que hacer café para mi sola tiene mas gustito que hacerlo para alguien más. Empece a abrir la ventana cada día al despertar para que la luz del sol me arrope y me de las buenas energías del nuevo día. Le encontre el volumen adecuado al radio, permitiendome gritar a toda voz una letra de alguna canción de moda. Me vi al espejo y me descubrí hermosa, mucho más de lo que alguna vez alguien dijo que era. Supongo le devolví la vida a esa niña que sonríe en la foto que tengo guardada a hace años, vo

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